- 350 gr. de harina
- 4 cucharadas soperas de levadura
- 2 vasos escasos de agua templada
- 1 litro de aceite de girasol
- Sal
- Azúcar
Elaboración:
Poner en un bol el agua con la levadura y añadir la harina poco a poco junto con la sal, mezclando continuamente hasta que quede una masa suave, dejándolo reposar una media hora en un sitio templado.
Calentar el aceite en una sartén profunda y cuando esté fuerte ir añadiendo a cucharadas la masa de pasta. Freír rápidamente y sacar en cuanto estén dorados.
Colocarlos sobre papel de cocina para quitarles la mayor parte del aceite y luego pasarlos por un plato con azúcar para que se impregnen o bien espolvorearlos.
Consumir en caliente.
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